LA IMAGEN PEREGRINA QUE TRANSFORMÓ MÁLAGA
En 2006, se formó un grupo de devotos de Fátima en la parroquia donde Ella es titular, con el propósito de constituir una hermandad, sin saber que ya había existido una en 1958 y que ésta se disolvió rápidamente en el olvido.
Todo comenzó con un acontecimiento extraordinario: la aprobación del Obispado para la reorganización de la Hermandad de Fátima en Málaga año 2011. Al proponer la hermandad al Obispado, recibimos una revelación asombrosa: ¡la hermandad ya existía y solo necesitaba reorganizarse!
Con el visto bueno del Obispado, la Junta de Gobierno fue aprobada, pero surgió un desafío: no teníamos una imagen para el culto. Decidimos entonces pedir la emblemática imagen de la Virgen de Fátima que se veneraba en la Iglesia del Santo Cristo de la Salud. Guiados por la inspiración de D. Salvador Silva, descubrimos que esta imagen había llegado desde el santuario de Portugal y jamás había regresado. Por este motivo se le llama peregrina, porque estas imágenes van y vuelven al Santuario.
Obtuvimos el visto bueno para que esta imagen fuera para el culto y la custodia de la Hermandad de Fátima, gracias a Dios ya que comenzaban las obras de rehabilitación de la iglesia del Santo Cristo de la Salud, tuvimos la aprobación para que sea nuestra Titular.
Una vez que la imagen estuvo en la parroquia, mi curiosidad se avivó. No fue hasta 2017, centenario de las apariciones, que me decidí a investigar los misterios y secretos de esta imagen peregrina.
Me di cuenta de que los recuerdos de esos años pasados corrían el riesgo de desvanecerse, de perderse en el abismo del olvido. Esta imagen podría haberse perdido porque todas las imágenes de la iglesia del Santo Cristo tenían que salir, todas las hermandades trasladaron su Titular y la imagen de Fátima, a no tener un grupo que la pidiera, podría ir a algún lugar que no fuera una parroquia, perdiéndose a la vista de aquellos que la veneran.
Con el corazón palpitante, encontré la imagen y, con la bendición del Obispado, la tomé entre mis brazos y la rescaté de las sombras de la iglesia. Mientras la trasladaba a la parroquia, sentí una emoción indescriptible y la alegría de saber que D. Salvador Silva Infante quedaría extasiado. Él había anhelado tenerla en su parroquia, pero siempre se le había negado. Imaginé que se debía a la presencia de otra imagen de Fátima, la del Sagrado Corazón rodeado de espinas, en el camarín principal del presbiterio.
Durante más de cinco años, recopilé con fervor datos de aquellos días mágicos: los años 1948, 1949, 1950 y 1953, cuando varias imágenes peregrinas, algunas oficiales y otras no, procedentes también de Portugal, recorrieron Málaga. Hoy puedo proclamar con orgullo que la imagen peregrina que se quedó en Málaga es el motivo por el cual existe una parroquia con su nombre en esta ciudad.
Si no hubiera rescatado estos recuerdos y no poseyéramos la imagen peregrina de 1950, estos hechos habrían quedado sepultados en el tiempo de la indiferencia y solo los investigadores, en libros y prensa antigua, descubrirían este acontecimiento que transformó Málaga en aquellos días.
Agradezco a la Virgen por haberme guiado en el rescate de esta memoria, de su peregrinación por la diócesis de Málaga, de la Gran Misión y de la Cruzada del Rosario en Familia.
Tenemos la única imagen peregrina que, con el consentimiento de los obispos de Málaga y de Leiria (Santuario de Fátima), no regresó para seguir peregrinando, sino que se quedó en nuestra ciudad, un evento insólito e histórico que dejó una huella imborrable en la historia del pueblo malagueño.
Estampa que se repartió cuando la imagen de la Virgen Peregrina de Fátima visitó Málaga en la Gran Misión en 1950 es un recuerdo muy especial para muchos. Durante esa misión, que tuvo lugar del 12 al 26 de febrero de 1950, la imagen de la Virgen de Fátima llegó a Málaga y atrajo a más de 70,000 personas
En un tiempo no muy lejano, una pequeña imagen peregrina de la Virgen de Fátima emprendió un viaje desde su Santuario en Portugal hasta la soleada ciudad de Málaga.
Fue invitada para presidir las Misiones, y al llegar, quedó maravillada por la devoción, el amor y la fe de los malagueños. Tanto fue así, que decidió quedarse en esta ciudad, ofreciendo al pueblo esperanza en tiempos difíciles.
Durante años, la Virgen de Fátima fue un faro de luz y consuelo para la gente de Málaga. Apareciendo en la prensa la petición que este pueblo le hacía a su obispado.
«Hay que comenzar las obras del nuevo Templo de Nuestra señora de Fátima. Cooperemos con oraciones y donativos. Málaga tiene deuda de gratitud con Nuestra Señora de Fátima ¡Hay que comenzar en seguida las obras! ¡Por Nuestra Señora de Fátima! »
Sin embargo, con el paso del tiempo y los cambios en la vida, la devoción ferviente que una vez la rodeó comenzó a desvanecerse. La pequeña imagen quedó relegada a un rincón de una iglesia, olvidada por aquellos que tanto la habían clamado.
Pero un día, reorganizada la Hermandad de Fátima de Málaga, decidida a revivir su mensaje de amor y esperanza en esta ciudad, solicitó que esta pequeña imagen se convirtiera en la imagen Titular de la Hermandad.
Con gran alegría y reverencia, la blanca imagen peregrina fue llevada a su parroquia, la parroquia de Fátima, donde debería haber permanecido todos estos años.
Ahora, la Virgen de Fátima preside el camarín principal de la iglesia, y los fieles vuelven a venerarla con el mismo fervor de antaño. Recordando aquellos tiempos en los que el pueblo de Málaga la clamó.
La Virgen se siente feliz de estar entre sus hijos, quienes nunca la olvidaron.
Ella vino y se enamoró de Málaga, de su gente, del sol y de la esencia de este pueblo. Y este pueblo, que Ella siempre lleva en su corazón, este pueblo hoy le demuestra su gratitud, con su presencia constante, recibiendo de nuestra Señora, fe, esperanza, amor y recordando a los fieles la importancia de la oración, la penitencia y la conversión.
Queridos hijos de Málaga, recordad siempre que en los brazos de la Virgen de Fátima encontraréis refugio y paz.
Acercaos a Ella con fe y devoción, y permitid que su amor maternal os guíe y os proteja en todos los momentos de vuestra vida. Que la Virgen nos guíe en el camino de la fe
AUTOR: José Manuel Rojas García.
El obispo D. Ángel Herrera Oria va a traer a la Virgen de Fátima para que acompañe a la ciudad en sus jornadas de devoción. (LA GRAN MISIÓN)
El Obispo de la Diócesis de Leiria (Portugal) accedió a la petición de Ángel Herrera para que la imagen venerada en Cova de Iria viajase a Málaga.
La imagen de la Santísima Virgen de Fátima que vino de Leiria expresamente a presidir la “Gran Misión malagueña” no vuelve a Portugal.
La convenida entre nuestro reverentísimo Prelado D. Ángel Herrera Oria y el señor Obispo de Leiria era que, terminada la Misión, la imagen regresaría a la Cova de Iría.
El pueblo de Málaga llegó a compenetrarse de tal manera con la imagen y fueron tan manifiestos los favores de la Señora a la ciudad, que nuestro Prelado solicitó del Obispo de Leiria que la imagen quedara en Málaga.
Es el pueblo de Málaga (escribe a nuestro prelado) el que retiene ahí a la Virgen pues bien, la voluntad de Dios es que permanezca ahí y yo me complazco en cumplirla.