HERMANDAD DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO                  DE FÁTIMA - MÁLAGA


Quiénes somos

UNA ADVOCACIÓN QUE CRUZA FRONTERA
FÁTIMA LUZ DEL MUNDO 

    En mayo de 2.005 un grupo de malagueños católicos, procedentes de diversas zonas de la capital de Málaga, efectuamos un viaje a Portugal con la intención de peregrinar al Santuario de Nuestra Señora de Fátima, al que desde entonces hemos ido peregrinando todos los años. A este grupo de personas se le quedó grabado en su interior el ambiente mariano que en el Santuario se vive, las Eucaristías en diferentes idiomas que se celebran en el altar de la Virgen, la procesión multitudinaria de fieles con antorchas, personas que cumplen sus promesas y otras expresando públicamente su fe en Jesucristo y veneración a Nuestra Señora, así como otras muchas vivencias difíciles de olvidar. Dicho grupo, después de la vivencia en su interior, a su vuelta a Málaga se propuso fomentar la devoción a la Santísima Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora de Fátima, siendo ésta la razón por la que se puso en contacto con D. Salvador Silva Infante, Párroco de Fátima en nuestra capital, siendo la acogida por dicho Párroco muy cordial y favorable. Al poco tiempo, en la misma Parroquia se constituyó un Grupo Parroquial de Devotos de Nuestra Señora, para fomentar su devoción, adquiriendo para ello la obligación de llevar el Mensaje de Fátima a cuantos nos fuera posible. 
    En el año 2010 D. Salvador comunica a este grupo la aparición del Decreto de Erección de Hermandad por el Ilmo. Rvdo. D. Ángel Herrera Oria, se notifica al Delegado Diocesano de HH. y CC. el documento, pidiendo al mismo tiempo la petición del grupo de convertirse en Hermandad. Da la conformidad el Obispado el 10 de noviembre de 2011 de la reorganización de la Hermandad y así como de la aprobación de sus Estatutos.

Quiénes somos

La Hermandad es una  asociación pública de fieles denominada Hermandad de Fátima, proviene de la aparición en Fátima (Portugal) de la Virgen María " yo soy la Señora del Rosario" a los Pastorcitos el 13 de mayo de 1.917. fue erigida canónicamente el 17 de septiembre de 1958 y reorganizada el 10 de noviembre de 2.011.

SAGRADA TITULAR
(Advocación de nuestra Señora del Rosario de Fátima)

La Hermandad tiene como Titular a la Virgen de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, que llegó a Málaga en 1950 para la GRAN MISIÓN; esta imagen se encontraba en la Iglesia del Santo Cristo de la Salud y a petición de D. Salvador, con conformidad del Delegado Diocesano de HH CC, es entregada a la Hermandad para su guarda, custodia, veneración, culto y procesión, en el año 2011, La Hermandad tiene estrechamente afinación con los tres pastorcitos que vieron a la Virgen María el 13 de mayo de 1917, los Santos Francisco y Jacinta Martos (canonizados el 13 de mayo de 2017) así también con sor Lucia,

Permítame contarle la historia de una pequeña imagen que se enamoró del pueblo de Málaga.

Málaga aún cargaba con las heridas de una guerra y con las almas destrozadas por tanto dolor.   Con gran visión y fe, el Obispo D. Ángel Herrera Oria, pidió, para presidir la Gran Misión, una pequeña imagen peregrina de la Virgen de Fátima. Ella emprendió un viaje desde su Santuario en Portugal hasta la soleada ciudad de Málaga.

En aquellos días sombríos, la esperanza parecía haberse desvanecido entre los escombros y las ruinas. Sin embargo, una pequeña luz comenzó a brillar en la forma de una imagen de la Virgen de Fátima. 

 La devoción y la fe inquebrantable de los malagueños se alzaron como un faro de luz en medio de la oscuridad. Con fervor y lágrimas en los ojos, la ciudad entera se volcó a sus pies, suplicando consuelo y fortaleza.

Desde su llegada, la Virgen quedó maravillada por la devoción, el amor y la fe inquebrantable de los malagueños. Todos la aclamaban con fervor y la piropeaban con el corazón en la mano. No había un rincón en Málaga donde no se hablara de ella con un brillo especial en los ojos. Málaga entera se volcó a sus pies, con peticiones, ruegos y lágrimas sinceras, suplicando: ¡Virgen Peregrina, no te vayas!

Su sagrada imagen estuvo en la Catedral, en las parroquias, conventos, hospitales, cárceles, barrios y escuelas, dejando una huella imborrable en cada lugar. Su mirada se reflejaba en aquella multitud de fieles con un amor profundo y eterno. El pueblo le suplicaba con el alma desgarrada que no se marchara, que no los abandonara, que no volviera al Santuario, que se quedara en Málaga, donde había conquistado sus corazones para siempre.

Tanto fue así, que decidió quedarse en esta ciudad, ofreciendo al pueblo malagueño esperanza en tiempos difíciles.

Durante años, la Virgen de Fátima fue un faro de luz y consuelo para la gente de Málaga. Apareciendo en la prensa la petición que este pueblo le hacía a su obispado:

"Hay que comenzar las obras del nuevo Templo de Nuestra Señora de Fátima. Cooperemos con oraciones y donativos. Málaga tiene una deuda de gratitud con Nuestra Señora de Fátima. ¡Hay que comenzar enseguida las obras! ¡Por Nuestra Señora de Fátima!"

Sin embargo, con el paso del tiempo y los cambios en la vida, la devoción ferviente que una vez la rodeó comenzó a desvanecerse. La pequeña imagen quedó relegada a un rincón de una iglesia, olvidada por aquellos que tanto la habían clamado.

Pero un día, reorganizada la Hermandad de Fátima de Málaga, decidida a revivir su mensaje de amor y esperanza en esta ciudad, solicitó que esta pequeña imagen se convirtiera en la imagen Titular de la Hermandad. Con gran alegría y reverencia, la blanca imagen peregrina fue llevada a su parroquia, la parroquia de Fátima, donde debería haber permanecido todos estos años.

Ahora, la Virgen de Fátima preside el camarín principal de la iglesia, y los fieles vuelven a venerarla con el mismo fervor de antaño, recordando aquellos tiempos en los que el pueblo de Málaga la clamó. La Virgen se siente feliz de estar entre sus hijos, quienes nunca la olvidaron.

Ella vino y se enamoró de Málaga, de su gente, del sol y de la esencia de este pueblo. Y este pueblo, que Ella siempre lleva en su corazón, hoy le demuestra su gratitud con su presencia constante, recibiendo de nuestra Señora fe, esperanza y amor, y recordando a los fieles la importancia de la oración, la penitencia y la conversión.

Queridos hijos de Málaga, recordad siempre que en los brazos de la Virgen de Fátima encontraréis refugio y paz. Acercaos a Ella con fe y devoción, y permitid que su amor maternal os guíe y os proteja en todos los momentos de vuestra vida. Que Ella nos guíe en el camino de la fe.

 

José Manuel R. G.



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