En los finales de los años 50, una petición resonó en la prensa local de Málaga:
“Año Nuevo: Hay que comenzar las obras del nuevo Templo de Nuestra Señora de Fátima. Cooperemos con oraciones y donativos. Málaga tiene deuda de gratitud en Nuestra Señora de Fátima.”
Estas palabras, llenas de fe y esperanza, marcaron el inicio de un proyecto que uniría a la comunidad malagueña en un esfuerzo común. La construcción del Templo de Nuestra Señora de Fátima no solo representaba un acto de devoción, sino también un símbolo de la profunda gratitud y amor que los fieles sentían hacia la Virgen.
Hoy recordamos con cariño y admiración a todos aquellos que, con sus oraciones y donativos, hicieron posible la realización de este sueño. El Templo de Nuestra Señora de Fátima se erige como un testimonio vivo de la fe y la unidad de Málaga, un lugar donde generaciones han encontrado consuelo y esperanza.
El próximo año 2025 se celebra el 75 aniversario de la llegada a Málaga de la imagen peregrina de la Virgen de Fátima. Se queda en esta ciudad a petición del Obispo de Málaga D. Ángel Herrera Oria. Su Hermandad de Málaga la tiene como Titular, es un motivo tan especial el de celebrar esta efeméride y pedimos al pueblo de Málaga, a esta ciudad que tanto la veneró, la vitoreó, y le rezaron que no se olvide de la Virgen Blanca que un día vino a Málaga, trajo fe y esperanza. No olvidemos a la Virgen Blanca y celebremos que es una auténtica peregrina, que no vuelve al Santuario de Fátima, que se queda en Málaga para cuidar a los malagueños y a todos que a ella se acerquen con fe.